Hola a todos.
Hace mucho que no paro por mi rincón preferido, por este lugar de recogimiento del Niño Milindre, mi alter-ego más paciente y decidido, y es por ello que pido disculpas por dejaros tanto tiempo sin saber de mi... No está bien y lo sé.
Me gustaría hablaros de tantas cosas que no sé decidirme por alguna en concreto y no hacer parecer este hogar de la palabra en un desvarío de letras y frases locas y desnutridas de sentido.
Hoy, con los calores propios del verano, con este mes de julio en pleno auge, me surge la necesidad de escribir y hablar...pero repito...¿DE QUÉ? ¿Acaso he perdido mi verborreica capacidad de comunicación? ¿No sé hablar? ¿No sé?
Bueno... ya dije que son los calores del verano, que me fríen las neuronas y no me dejan pensar con lucidez, pero el caso es que llevo 4 párrafos y aún no sabes de qué va esto...
Simplemente va de que en verano, al igual que en cualquier tipo de temporada vacacional me siento como desplazado de mi vida, como si el tiempo me diese un empujón hacia la orilla del camino y me dijese "APÁRTATE!!" y yo no soy capaz mas que de aceptar el empujón, bajar la cabeza y tratar de no pisar su terreno, sólo dedicarme a esa orillita estrecha del camino que va paralela al resto del mundo.
Vivo al margen de todo y todos, siempre adecuándome a lo que sucede a mi alrededor, no creando mi camino, andando en el de los demás... ¿Y eso....hasta cuándo?
Pero bueno, como dije...es el calor que afecta a mi neurona y sus primas y las cuece en el hueco que dicen se llama "cerebro"
Sí, el Niño Milindre vuelve a su hogar, vuelve a sus fueros y vuelve con la mísma capacidad de desvariar en sus escritos... Unos dicen que son buenos, otros dicen que son comeduras de cabeza, y otros simplemente dicen que son...
Un abrazo a todos los que dicen algo y a los que leen sin decir nada, a los que no me leen, pues no les saludo.
Os quiero, me quiero.
